Gratuidad y discriminación
Entre mis primeras lecturas de ciencias sociales estuvo el libro “En vez de la miseria”, del economista chileno Jorge Ahumada, prematuramente muerto, y que habría de releer, muchos años después, al encontrarlo en la biblioteca de Pedro Joaquín Chamorro.
Escrito a mediados de los años 50 del siglo pasado, en ese libro se adelantó un diagnóstico que mucho después daría origen a algunas de las políticas sociales modernas más eficaces.
Decía Ahumada, desafiando las nociones más espontáneas e inmediatas, que “la educación indiscriminadamente gratuita era discriminatoria”. ¿Contradictorio, no? En apariencia sí, en el fondo no. Veremos.