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martes, 14 de diciembre de 2010

La política y la honradez

Cartas de Amor a Nicaragua - Por Don Fabio Gadea.  Querida Nicaragua: Algunos ciudadanos hastiados de tanto engaño suelen expresar frases como éstas: “A mí la política no me interesa, con la política no como”.

Yo quiero decirles que con la política sí comen. Porque es la política la que puede quitar y poner gobiernos buenos o malos. Recuerden que “la culpa no es de los que se equivocan, la culpa es de los ausentes”. De los que dejan que los malos participen en política.

Por estar ausentes en la política están como están, pasando miserias y diciendo que con la política no comen. Esto no es verdad. En la medida que el ciudadano común participe en política activa y vote por un buen candidato, en esa medida tendrá buenos gobiernos, tendrá crecimiento económico, tendrá inversiones que instalen negocios, tendrá préstamos bancarios favorables y tendrá trabajo en abundancia para hombres y mujeres.

Cuando un grupo de hombres estamos formando la Unidad Nicaragüense por la Esperanza (UNE), estamos participando en política y estamos tratando de iniciar en Nicaragua la revolución de la honradez. Queremos hacer un gobierno honesto, donde la base principal sea la honestidad.

Y entonces me dice otro de los ciudadanos indiferentes la siguiente frase: “Pero es que con la honestidad no se come”. ¡Santo Dios…! Claro que se come. Si todos fuésemos honestos tendríamos en abundancia todo lo requerido para vivir.

Un presidente honesto, un gobierno honesto es lo único que puede salvar a Nicaragua. Si el Presidente es honesto, sus funcionarios lo serán, y los empleados menores igualmente serán honestos. Y habrá un manejo transparente de los fondos del Estado donde nadie meterá las manos para robar porque será castigado inmediatamente. Y la honestidad se extenderá como una buena epidemia en el país. Y los que cobran los impuestos serán honestos, no andarán haciendo trampas ni sobornos, y los que pagan los impuestos serán honestos y los pagarán con gusto sabiendo que un gobierno honesto los invertirá honestamente en el progreso de la nación.

Claro, amigos y amigas, que la política y la honestidad te darán de comer.

A un gobierno honesto le vendrán todo tipo de ayudas, donaciones y préstamos blandos. Ese gobierno creará fuentes de trabajo y terminará definitivamente con la pobreza extrema. La democracia quiere que no haya pobres, el comunismo quiere que haya pobres para cabalgar sobre ellos, regalarles láminas de zinc o platos de comida a cambio de votos, es decir, convertirlos en mendigos permanentes. Eso no es ser honesto.

La honestidad permitirá que no haya diputados que negocien votos como si estuvieran en un mercado. La honestidad administrativa comenzará por escoger funcionarios honrados, jóvenes preparados, mujeres que demuestren preparación y aptitud para cualquier cargo.

La honestidad está ligada a la prosperidad, a la paz y la tranquilidad de los pueblos. La honestidad no permitirá que haya profesores mal pagados y escuelas cuyos techos se estén cayendo. Tampoco permitirá reducir el presupuesto de educación como lo está haciendo el actual gobierno, sino que destinará la mayor parte del presupuesto en el plan nacional de educación concebido para largo tiempo, no para un período presidencial, sino para todos los períodos venideros. Y seremos un país próspero, pues todos los países que han salido de la pobreza lo han hecho educando a su pueblo antes que nada. Para todo esto necesitamos tomar el poder y para ello necesitamos que todos y todas participen en política.

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