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domingo, 6 de febrero de 2011

Un ejemplo de lo que es ser “macho” en Nicaragua

Por: Gabriela Montiel

Walter Porras es un ejemplo de esos casos en los cuales el villano de la película es aplaudido y admirado por la fechorías que realiza en el pueblo donde llega o donde permanece, es ensalzado pues sus acciones e infracciones a la ley demuestra lo macho que es, significando este término ser temerario, corrupto, violento, agresivo y amenazante.


Ante estas “cualidades de macho” las personas que rodean a esta especie de icono patriarcal se inclinan y obedecen, debiéndose esta reacción mas a temor, dependencia y sumisión (por la desigualdad de condiciones en las que se encuentran dentro de sistema) que por una conciencia clara de una posición personal.

La mayoría de personas en los sistemas burocráticos y del estado funcionan en base a la comodidad, el incomodarse en estos tiempos de tanta debilidad económica es una estupidez, es por eso que si hay que lamerle partes corporales inmencionables a un personaje que ostenta una posición dentro del sistema que le da poder y autoridad, pues el que se deberá hacer para SOBREVIVIR.

Es así como desde la actuación de dos partes implicadas, macho y seguidores, en este caso; se construyen este tipo de dinámicas evidentemente erradas pero abiertamente aceptadas, sin que sea una sorpresa, por una mayoría.

Esto sucede porque si bien es cierto que históricamente estamos en un modelo económico distinto al de siglos atrás, los rastros de feudalismo siguen impregnados en nuestro comportamiento social y en la venas del pensamiento del denominado “pueblo”. Así como el siempre presente patriarcado.

En el feudalismo, la figura clave no era el pueblo, era el “Señor feudal” quien se había adueñado de las tierras colectivas y se enriquecía a cambio del trabajo de los agricultores; se consideraba a su vez dueño y señor de los cuerpos de sus siervos, de sus familias y de su trabajo, inclusive eran los que se autoasignaban el derecho muchas veces de usar los cuerpos de las hijas de los trabajadores abajo su mando para poseerlas sexualmente antes que otro hombre y luego dejarlas libres para casarse, reafirmando su poder y su autoridad en este acto.

Walter Porras en este caso sería el señor feudal, el cual ve a la DGI como su gran hacienda, en la cual posee una serie de bienes que puede usar y desusar a su disposición, para beneficio personal y de sus allegados; no viéndose entonces como lo que es, un servidor publico, un funcionario que debe trabajar por y para el ya multiusado pueblo que según el discurso del supuesto socialismo que se practica en nuestro país, debería ser lo mas importante en la mente del gobierno y de funcionarios como Porras.


Los demás trabajadores de la DGI, sobre todo los que han apoyado a este personaje aun sabiendo las barrabasadas y los errores que ha cometido pintan como los sometidos, dígaseles esclavos, siervos o seguidores; existen con el fin de apoyar lo que se que se le antoje hacer al jefe de jefe dentro de sus dominios, en los cuales no pinta nadie a quien el le tenga que rendir cuentas.

El sólo menciona una posible figura que le podría juzgar, dios. Bueno, si dios realmente viviera entre nosotros y llegara a hacerle una visita a Walter Porras para que le explicara y le dijera con honestidad (algo que no creo que este entre sus bienes) la ilegalidad con la que ha utilizado a su voluntad el dinero de la DGI, realmente no se si Walter Porras mantendría su palabra ante la auditoría “divina”.

Walter también cree estar, al menos dentro de su imaginario de macho, en un lugar como el lejano oeste donde la gente que no le obedece o que se atreve a no temerle debe ser castigada ya sea con su pistola o con matones que se pueden contratar para hacer el trabajo sucio, y así el pueda continuar funcionando con ese doble discurso que maneja de “Yo soy uno de los trabajadores mas honestos”.

¿O será que se ve a si mismo como un justiciero o como Enrique VIII que mandaba a cortar cabezas y a quemar a cualquier rebelde, o contrario a su voluntad e ideología?, ¿O será que se leyó Alicia y se habrá identificado con la reina roja, o con la J? muy probablemente Walter Porras fue criado en un sistema patriarcal y machista como la mayoría de los nicaragüenses.

Y bueno, el machismo más una posición de poder, más lineamientos ilegales, corruptos e intolerantes desde una estructura de partido, esto sumado a que este personaje se asemeja cubierto del propio manto sagrado, puesto que es intocable y solo dios puede pedirle cuentas; hace de este tipo de funcionario un peligro tanto para los sindicatos que han soportado sus agresiones y amenazas, para los mismos trabajadores de la DGI que están consientes de que este tipo de conducta esta errada y para el mismo FSLN puesto que en años de elecciones este tipo de funcionarios no son bien vistos ni siquiera por los más militantes.

En los cargos públicos, en el estado, en la asamblea nacional la mayoría que ocupan los puestos no son personas responsables con el “bien común”, no poseen las capacidades necesarias tanto de conocimiento, de práctica, de reflexión o inclusive mentales, no poseen capacidad de debate, no poseen tolerancia, piensan en ellos y ellas mismos/as antes que en la ciudadanía, la mayoría de ellos y ellas están ahí por un mero juego político y no les interesa hacer bien un trabajo que en general la clase política toma como un juego.

Nuestros funcionarios son un peligro para nosotros y nosotras, nicaragüenses a los cuales nos asignan una única oportunidad de decisión cada 5 años, que es el voto, el famoso voto que cada vez se percibe y se siente más sin sentido, más vacío, más innecesario, sabe más a burla, a traición, a un juego mezquino, en el cual mucho aun se dejan usar como títeres y marionetas de tipos como Walter Porras, de los que hay por montón, en todos los partidos, alianzas y Unidades, que se puedan crear para supuestamente “salvar a Nicaragua” o luchar por el “bien común.

Walter Porras es uno de tanto casos a analizar, para poder desempolvar la conciencia que se tiene muchas veces olvidada, en desuso y atrofiada por el adormecimiento del sistema y de la comodidad personal, empecemos a ver mas allá de lo que dicen, veamos las cosas que hacen y critiquemos, pues el pensamiento critico, argumentado y con pruebas es uno de los pasos hacia la libertad del individuo actual.

1 comentario:

  1. Este senor es solo un miembro de la banda de delincuentes que hoy gobierna nuestro pais. De una cosa tiene que estar seguro; antes de ir a darle cuentas a Dios, se las va a tener que dar al pueblo.

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