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martes, 15 de febrero de 2011

La educación nacional

Cartas de Amor a Nicaragua, Por: Fabio Gadea Mantilla


“…y también enséñenles a leer”. Carlos Fonseca

 Querida Nicaragua: El gobierno actual se llena la boca pregonando sus progresos en salud y educación. En los dos rubros, tan vitales en la vida nacional, no hay progresos, sino enormes fallas.

Sin embargo, en la propaganda gubernamental se llenan la boca hablando de sus progresos en educación, de los miles de estudiantes en las escuelas, etc.

Estamos viendo un hermoso y escalofriante titular de El Nuevo Diario que dice lo siguiente: “Aprobados de facto”. Y como subtítulos, “Juventud orteguista entrega resultados a todos los alumnos que fueron reprobados. Más de cien mil estudiantes que habían aplazado pasaron al grado superior. Los exámenes de admisión fueron hechos por alumnos de grados inferiores”.


Nunca ha sido la educación algo que preocupe al régimen de los orteguistas. Fuera del eslogan que usaron constantemente en los primeros días de la revolución, cuando había efervescencia y aparecía por todas partes el retrato de Carlos Fonseca y las frases que supuestamente él dijo, como ésta: “Y también enséñenles a leer”, no se ha hecho gran cosa.

Hoy en día Carlos Fonseca no aparece por ningún lado. Al parecer ya no es de los muertos que nunca mueren, según la frase del célebre don Tomás. Ahora es de los muertos que murieron. Los retratos enormes son de Daniel y a nadie le preocupa el sistema educacional, desde luego que están aprobando a alumnos que han sido aplazados.

En los años ochenta regalaban títulos de abogados y médicos a los estudiantes que fueran a los cortes de café. Hoy regalan los aprobados a los aplazados siempre que sean orteguistas. Esto es el más rotundo desprecio por la educación nacional y un irrespeto inaudito al pueblo en general.

La educación no es juguete politiquero como lo han convertido los orteguistas. La educación es la materia principal en la cual se afianza el destino de una nación, el futuro de las generaciones de hoy. Los estudiantes de hoy son los futuros dirigentes de la nación y si no están debidamente preparados, educados, instruidos, seguiremos teniendo un país en broma, una tribu, peor que una tribu.

Pocas veces se ha visto en la historia un gobierno más fachadista que éste. Le encanta enseñar una fachada de progreso, unos árboles iluminados como si todavía fuese diciembre en la llamada Plaza de las Victorias, pizarras electrónicas para que el turismo vea que este país avanza, que tiene dinero. Todo pura hojarasca, pura figuración, puro boato, puro despilfarro de los fondos de la comuna que ellos gastan a su antojo y de los fondos que manda el camarada Chávez.

Por eso proclamamos para el futuro un gobierno honesto, una revolución de la honestidad, con empleos para todos y todas. Un gobierno que promueva la educación y no que la degrade, un gobierno austero que no permita los robos que vemos actualmente por todas partes, el irrespeto a los jóvenes educandos, el irrespeto al futuro de la nación.

Queremos un gobierno nuevo, honrado, que rinda cuentas, que no persiga ni hostigue al periodismo y a los medios de comunicación, que no oculte la información para el pueblo, un gobierno que dé la cara, que no se esconda y que enseñe con claridad sus realizaciones. No del diente al labio, sino que abiertamente, frente al pueblo, ante toda la nación, ante el periodismo nacional y ante la sociedad civil. Ése es el gobierno que queremos.

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