¿Está Usted de acuerdo, o no esta cuerdo?
DEMOCRATIZACION NO ES LO MISMO QUE DEMOCRACIA, COMO LIBERTAD NO ES LO MISMO QUE LIBERTINAJE, COMO EL ORTEGUISMO NO ES LO MISMO QUE SANDINISMO, NI SANDINISMO ES LO MISMO QUE EL PENSAMIENTO DE SANDINO…
Los verdaderos forjadores de la paz y la libertad surgieron desde el seno del pueblo y el mejor ejemplo lo dieron los campesinos que dijeron ¡no! a la barbarie sandinista y empuñaron sus armas en los campos de batalla, en las montañas de Nicaragua, en donde el sandinismo clavo pico.
Precisamente como Cesar Augusto Sandino dijo:
“De esta manera sangrienta, han sido una vez más castigados los asesinos extraños y los patricidas que durante tanto tiempo han humillado la soberanía de mi amada Nicaragua.”
Los patricidas a 30 años de confusión, de embauque multitudinario, de la mayor estafa a la conciencia del pueblo, hoy la nación reconoce con claridad quienes son los verdaderos enemigos de la nación: Los autollamados sandinistas, embrollados en el Orteguismo, lineamiento conocido por su enredo ideológico, su cuento y embuste estrafalario que en el fondo tiene la maquinación criminal castrista y en el vértice de su cúspide, la locuacidad, la charlatanería de defensa del pueblo y el anti-imperialismo, utilizando la corrupción y el conflicto como medio de enriquecimiento personal de sus camarillas.
El Orteguismo en su desesperada lucha por retener el poder ha desplegado las más infamantes estrategias de una mal llamada lucha política, incluyendo el crimen.
El Orteguismo ha continuado llenando de gratificaciones y regalías a una ínfima parte del pueblo menesteroso de Nicaragua, fundamentalmente asistiendo a sus maras sandinistas.
El Orteguismo ha continuado corrompiendo el poder público, sus instituciones del Estado, personeros de los poderes públicos, dando cuantiosas propinas anticipadas a los abusivos oportunistas, pancistas y enemigos de la patria.
El Orteguismo está utilizando los recursos del Estado y su influencia para su propia propaganda en una competencia desleal con el resto de sus contendientes políticos.
El Orteguismo ha utilizado dinero foráneo y asesoría foránea para seguir pisoteando la soberanía nacional en el solo afán de proteger sus capitales mal habidos.
El Orteguismo ha utilizado espacios internacionales para negociar ilegalmente en su solo beneficio, a espaldas del pueblo y fuera del contexto legal y el erario público, abusando de la reputación y el sello del Estado Nicaragüense, para beneficio no del pueblo sino para el beneficio de sus camarillas sectarias que se siguen lucrando de la inocencia popular.
El espejismo Orteguista, con el engaño, la ficción de liberar al pueblo de la miseria en un corto y mediano plazo, con su invención del imperialismo, con la fantasía de que otros pueblo se solidarizaran con Nicaragua para asegurar la ayuda económica para el pueblo, el desvarío sobre la caída de los Estados Unidos y el triunfo de los pueblo Bolivarianos, la utopía de la implantación del modelo cubano como modelo para Latinoamérica, etc. El engaño, la ficción, el delirio, el desvarío y las alucinaciones del Orteguismo, en estos tiempos es una navaja filosa que le puede costar a cualquiera la cabeza, a sus cómplices y encubridores.
¡No hay dolor más grande que el dolor de un pueblo engañado!
En Nicaragua ningún partido político, solo o en abultadas y charlatanes alianzas, podrán resolver los problemas nacionales.
El proyecto de reconciliación nacional de Daniel Ortega fracasó por ser falaz, artificioso y fingido.
Nicaragua necesita de nuevas y vigorosas estructuras organizativas e infraestructuras y capitales, que permitan el orden y la estabilidad, fundamentalmente que posibiliten la integridad dentro del Estado.
Nicaragua necesita de un modelo democrático que funcione y que permita profundizar el esfuerzo nacional mancomunado.
Necesita de visionarios doctos en los más diversos aspectos de nuestros grandes problemas.
Necesita de patriotas que contribuyendo a diluir la polarización sean capaces con su trabajo personal y de equipo impulsar al país hacia una nueva era.
El mayor reto histórico es que el Estado debe ser higienizado de bandoleros, de los corruptos y de los criticados de mala reputación.
El pueblo debe ser saciado con información veraz, acerca del origen de las fortunas, acerca de los crímenes que no tienen aún respuestas imparciales, etc.
El pueblo debe observar y convencerse que la dirigencia del Estado, sus personeros, no tiene porque cobijarse en la inmunidad para defenderse de cualquier acusación.
Es por ello que necesitamos jueces prolijos e imparciales e íntegros.
El Orteguismo, no es capaz ni ha generado un ambiente de libertad, no ha generado un ambiente de trabajo digno, ni ha generado confianza, ni seguridad. No hay cuadros, no hay inteligencia, ni hay capacidad comenzando por el cabecilla.
Seguimos viviendo en un ambiente en donde el punto del equilibrio radica en la fuerza, no en la fuerza de la legitimidad y la legalidad, sino en la fuerza barbárica de la violencia, la intimidación, el fanatismo, la vivacidad y la crueldad. Vivimos al filo de los extremos. Las personas le tienen miedo al crimen y la represalia y los coletazos del que tiene empuñada las armas, la fuerza política, la fuerza económica y social.
El Orteguismo es falaz y sus seguidores fanáticos y son mentirosos, y la pequeña avalancha popular son incautos.
“El amor a mi patria lo he puesto sobre todos los amores y tú debes convencerte que para ser feliz conmigo, es menester que el sol de la libertad brille en nuestras frentes.” [Augusto César Sandino]
Mientras no desaparezca la opresión, el intento por la moderación y el respeto por el poder público es una ilusión. Para encontrar los puntos de equilibrio hay que trabajar en el día a día de la forma más civilizada posible, dentro del contexto de la justicia, la integridad y el profundo respeto por el ser humano, es en donde encontraremos el camino a la libertad.
CNGrijalva
Toronto
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